CIUDAD DE MÉXICO – —
El nuevo gobierno de México está tratando de reducir el costo del envío de efectivo a las familias mexicanas que viven en el extranjero y espera que la competencia de “fintechs” (tecnología financiera) aliente a los bancos y servicios como Western Union a reducir las comisiones y mejorar los tipos de cambio.
El viceministro de Finanzas mexicano, Arturo Herrera, dijo que el gobierno no planea colocar nuevas regulaciones sobre el flujo de remesas, una de las fuentes de divisas extranjeras más grandes del país y un salvavidas para millones de familias pobres.
Sin embargo, el ex ejecutivo del Banco Mundial prevé que el uso creciente de las aplicaciones de transferencia de dinero ayuden a reducir el costo del envío de remesas. En la actualidad, la comisión cobrada y las tasas de cambio impuestas juntas toman un bocado de cada remesa de 8 por ciento en promedio. “Eso debería reducirse al 5 por ciento, dijo Herrera a Reuters en una entrevista a principios de esta semana.
Herrera agregó que reducir el costo de los servicios financieros como las remesas ayudaría a muchos de los más necesitados de la nación.
Los costos bancarios son un tema delicado en México. Cuando el partido de MORENA de López Obrador presentó un proyecto de ley el año pasado para limitar las comisiones bancarias, se desencadenó una venta masiva en el mercado de valores.
El gobierno dice que 24 millones de mexicanos viven en Estados Unidos. Los mexicanos enviaron un récord de $ 33,5 mil millones en remesas en 2018, un aumento del 10,5 por ciento respecto al año anterior, según los datos del banco central mexicano.
Western Union y su rival más cercano, Moneygram, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
